Descripción de la atracción
Uno de los lugares más notables de Oslo es el parque Frogner, o más bien su parte del parque Vigelan, una creación grandiosa del escultor autodidacta Gustav Vigelan (1869-1943). El escultor cubrió todos los costos de hacer realidad su sueño, convenciendo a las autoridades de Oslo de que le dieran solo un terreno en Frogner Park. Durante unos 43 años, Vigelan trabajó para hacer realidad su sueño. Como resultado, nació una creación asombrosa que combina el naturalismo y el simbolismo con una interpretación realista de la vida humana.
Muchas esculturas muestran no solo el camino de una persona, que va desde el nacimiento hasta la muerte, sino también los sentimientos vividos por cada una de las generaciones. La escultura de un niño llorando y enojado, una de las miles de figuras del conjunto, se ha convertido en un símbolo de Oslo y está representada en numerosas postales y recuerdos.
En la parte sur del parque, hay dos museos: el Museo Vigelan, donde se pueden ver alrededor de mil quinientos de sus esculturas y 12 mil dibujos, así como el Museo de Historia de Oslo.