Descripción de la atracción
La Plaza de la República en su forma actual apareció hace relativamente poco tiempo, en 1854. Casi no hay excesos sangrientos en su historia, propios de otras plazas parisinas. Pero el lugar donde se ubica está asociado a una de las páginas más oscuras y misteriosas de la Edad Media.
En 1222, el tesorero de los Caballeros Templarios Hubert fundó el inexpugnable Temple Castle cerca de la futura plaza: la torre central tiene 12 pisos de altura, las paredes tienen ocho metros de espesor. Después de la derrota en Palestina, los Templarios trasladaron aquí la mayoría de sus tesoros. En esta parte de la ciudad, el poder de la orden era innegable. Pero en la madrugada del 13 de octubre de 1307, los funcionarios reales abrieron paquetes sellados con órdenes de arrestar a los Caballeros Templarios en toda Francia. Fue en Temple donde fue encarcelado el Gran Maestre de la Orden, Jacques de Molay, y en 1314 fue quemado en la Ile de la Cité. Desde ese momento, los miembros de la familia real vivieron en el castillo: el rey tomó todas las propiedades de la orden para sí mismo.
Desde el siglo XIV pasa cerca del Templo una muralla construida por Carlos V. En 1670 Luis XIV la derriba: París cambia de aspecto, la ciudad fortificada se convierte en una capital abierta. El rey no logró destruir el castillo templario en sí y fue en él donde posteriormente languideció antes de su ejecución.
En 1808, Napoleón demolió el castillo-prisión. Una pequeña y tranquila plaza, que solía estar frente al Templo, fue decorada por el emperador con una fuente en 1811; fue nombrada Place du Chateau d'Eau. La única vez en su historia esta intersección se tiñó de sangre en 1835: un tal Joseph Fieschi intentó matar al rey Luis Felipe aquí, utilizando una máquina infernal de 24 cañones. El rey recibió un rasguño, murieron 12 personas. Pero el intento de asesinato no quita mérito al otro esplendor de la plaza: aquí se ubicaron muchos teatros en la primera mitad del siglo XIX. Fue aquí donde nació la imagen del triste Pierrot.
Los cambios se produjeron en 1854: el reformador de París, el barón Haussmann, colocando carreteras anchas y rectas, amplió drásticamente el área. Los teatros fueron demolidos. Aparecieron los cuarteles, la plaza se convirtió en un enorme patio de armas rectangular militar. En 1879, cambió su nombre en memoria de la Tercera República, que sentó las bases de la sociedad moderna. En la plaza, los hermanos Leopold y Charles Maurice erigieron una estatua de la República de 10 metros, en una corona de laurel, con una rama de olivo en la mano. Tres figuras femeninas alrededor representan Libertad, Igualdad y Hermandad. Un león de bronce se encuentra frente al pedestal.
Hoy, la Place de la République es el lugar principal de manifestaciones de los parisinos en defensa de los derechos humanos y la justicia social.