Descripción de la atracción
Todo el mundo conoce el amor de los holandeses por las flores, porque el símbolo de Holanda es el tulipán, una flor legendaria en este país. A finales del siglo XVI, aparecieron los primeros tulipanes en Holanda, y en 20 años han aparecido varios cientos de nuevas variedades de tulipanes. A principios del siglo XVII, el país experimentó la "tulipomanía", cuando todos, jóvenes y viejos, intercambiaban bulbos de tulipanes. Se podría dar un bulbo de tulipán como dote a la novia, cambiarlo por una casa entera o una gran parcela de tierra. En 1637, el mercado colapsó, muchos se arruinaron y el país estuvo al borde de una crisis financiera. Sin embargo, esto no restó mérito al amor de los holandeses por estas hermosas flores.
Los floristas callejeros ofrecían sus productos paseando en bote por los numerosos canales de la ciudad, y desde el siglo XVIII ha existido un mercado de flores flotante, el único en el mundo. Ahora, el mercado de las flores se encuentra en el canal Singel, en el centro de Ámsterdam, no lejos de la plaza Dam. Hay docenas de tiendas en las barcazas a lo largo del paseo marítimo, donde puedes comprar una variedad de flores y plantas. Los floristas compondrán un ramo para usted, teniendo en cuenta sus deseos. Vale la pena visitar el mercado de las flores, incluso si no le gusta la floricultura: es difícil encontrar tal variedad de flores en un solo lugar, y no se sorprenda si encuentra aquí las flores habituales de colores o formas inusuales. Si va a comprar semillas o bulbos aquí, no olvide llevar el certificado de exportación del vendedor. Aquí también puede comprar varios productos de jardinería o recuerdos.