Descripción de la atracción
Guimaraes es considerada la cuna de Portugal. La parte central de la ciudad, en la que hay muchos monumentos históricos, perfectamente conservados hasta nuestros días, atrae tanto a turistas como a residentes locales.
Uno de los monumentos más destacados de la ciudad es el Castillo de Guimaraes, construido en el siglo X. Se considera que el fundador del castillo es Don Mumadona Dias, quien dio la orden de construir un castillo en la cima para proteger el monasterio fundado por ella de la invasión de musulmanes y normandos.
Anteriormente, en el sitio de la ciudad de Guimaraes, había un pequeño pueblo de Vimaranensh. Unos cien años después, el pueblo pasó a formar parte de las tierras donadas a Enrique de Borgoña, a quien se le concedió el título de "Conde". El conde Heinrich y su esposa eligieron el pueblo como residencia. En ese momento, la fortaleza estaba casi destruida y necesitaba restauración. El conde decidió destruir lo que quedaba del castillo y ampliar los límites del castillo. La nueva estructura se hizo más duradera, se construyó una puerta en el oeste y el este. Y desde 1139, cuando Portugal se independizó, el castillo se convirtió en la residencia real oficial. Después de eso, el castillo fue reconstruido varias veces. Se completaron varias estructuras, se reforzaron las paredes. Durante el reinado del rey Miguel, el castillo fue utilizado durante algún tiempo como prisión política.
A mediados del siglo XIX, Guimaraes recibió el estatus de ciudad. En 1881, el rey Luis I declaró el castillo monumento histórico por decreto. En 1910, el castillo fue incluido en la lista de monumentos de importancia nacional y en 1937 se llevó a cabo una restauración completa de este insólito e histórico monumento.