Descripción de la atracción
Garda es una pequeña ciudad turística de la provincia de Verona, situada en la orilla oriental del lago de Garda, a 32 km de la ciudad de Verona. Este es el asentamiento más pequeño de la provincia y el más, si se me permite decirlo, medieval. Los hallazgos hechos a mediados del siglo XX sugieren que esta área fue habitada por personas incluso en tiempos prehistóricos. En el cabo San Vigilio se han encontrado vestigios de antiguos asentamientos romanos. En el siglo X, el rey Berengario II mantuvo por la fuerza a la reina Adelaida en Garda, y en 1162 el obispo de Verona se escondió aquí durante todo un año. A finales del siglo XII, la ciudad pasó al poder de la familia Scaliger, luego se convirtió en el feudo de la familia Visconti e incluso más tarde pasó a formar parte de la República de Venecia.
El principal atractivo de Garda es su centro histórico con calles estrechas, un paseo marítimo y edificios antiguos: Villa Bacelli-Alberini del siglo XVI, el Palazzo dei Capitani gótico veneciano del siglo XIV, Villa Carlotti-Canossa, en la que el escritor Gabriel d Annunzio y la iglesia del siglo XVIII de Santa Maria Assunta. El castillo de Rocca di Garda se eleva 300 metros sobre la ciudad: desde el lugar donde se encuentra, se abre una vista maravillosa de los alrededores y del lago. Muy cerca se encuentra el monasterio de las Carmelitas, construido en el siglo XV, y un poco más lejos, en la puerta oriental de la ciudad, se encuentra la Iglesia de Santo Stefano con una pintura del siglo XVI que representa el martirio de San Esteban.
El hermoso promontorio de Punta San Vigilio, cuyo nombre proviene del nombre de San Vigilia, obispo de Trento del 385 al 402, es de constante interés entre los turistas. En 1540, el conde Agostino Brenzoni construyó una villa aquí; desde entonces, muchas personas famosas se han alojado aquí, como el emperador ruso Alejandro II, el primer ministro británico Winston Churchill, el rey español Juan Carlos y miembros de la familia real inglesa. También son dignos de mención los grabados rupestres que se pueden encontrar en el cabo y sus alrededores.
En verano, Garda es un verdadero paraíso para los amantes de los deportes acuáticos. Quizás el más popular sea la navegación: las playas de la ciudad albergan muchos centros de entrenamiento y clubes donde se puede dominar el arte de la navegación. También pueden reservar una visita turística a lo largo de la costa. Las propias playas son ideales para tomar el sol, mientras que las tranquilas aguas del lago de Garda son ideales para nadar. Los interesados también pueden probar el buceo o el esquí acuático. Para aquellos que se sienten atraídos por el senderismo, el ciclismo de montaña y la marcha nórdica, hay muchas rutas en las cercanías de Garda de diversa dificultad. En invierno, correr por los terraplenes se vuelve muy popular entre los residentes de la ciudad. Las pistas de esquí de Malcesine también están a una hora en coche de Garda.