Descripción de la atracción
El castillo de Johanneschlösl se encuentra en la empinada ladera de la montaña Mönchsberg a una distancia de aproximadamente un kilómetro de la Catedral de la ciudad de Salzburgo. Este castillo ha cambiado de propietarios y ahora alberga la residencia de la orden monástica de los palotinos.
El origen del castillo está envuelto en misterio, se cree que fue construido durante la Baja Edad Media, alrededor del siglo XIV, pero esta información no concuerda con la evidencia documental de la existencia misma de la familia noble Tennes, a la que este el castillo pertenecía. El siguiente propietario del castillo, que entonces se llamaba Tennschlösl, era Ludwig von Alt, cuya nieta Salomé se convirtió más tarde en la esposa no oficial del príncipe-obispo von Altenau, quien pronto se mudó a este castillo y comenzó a usarlo como su residencia de verano. Sin embargo, esto provocó el descontento de los clérigos de la catedral de Salzburgo, quienes, a su vez, ocuparon este castillo durante varios años y lo rebautizaron como Dekanatschlösl. Al mismo tiempo, el palacio fue modernizado y en 1603 se consagró aquí la capilla de San Juan Bautista, de ahí el nombre moderno del castillo.
Desde 1678, Johanneschlösl se transformó en un hospital militar, y en el siglo XIX fue primero una fábrica de fósforos y luego, después de una cuidadosa restauración, el palacio se utilizó como una lujosa casa de huéspedes. En el siglo XX, muchos nobles rusos que huyeron después de la Revolución de Octubre se quedaron aquí, incluido Sergei Zharov, el fundador del coro de nobles cosacos. Luego, el castillo se sometió a una restauración a gran escala y se erigió otra ala, de estilo neorrenacentista y con un primer piso alto, que ocupa varios niveles del edificio a la vez.
Desafortunadamente, los antiguos edificios barrocos, incluida la capilla de San Juan, fueron destruidos en 1944 durante el bombardeo. Fueron reconstruidos solo después de 10-20 años. Ahora, el castillo de Johanneschlösl alberga una casa de huéspedes dirigida por monjes Pallotin. Se puede llegar al castillo en coche, en ascensor oa pie, siguiendo románticos senderos sinuosos.