Descripción de la atracción
En el centro de la ciudad de Cetinje, se encuentra una de las atracciones clave de Montenegro: el palacio, ahora convertido en museo, del rey Nikola I. Su propietario, Nikola Petrovic-Njegos, glorificó la dinastía Njegos en todo el mundo gracias a su talento diplomático, así como sus opiniones políticas destacadas: era famoso por su deseo de poner a Montenegro a la par de las potencias europeas. Además de los méritos políticos, Nikola Petrovich fue un poeta talentoso.
La construcción del palacio comenzó en 1863 y finalmente se completó cuatro años después. En agosto de 1910, el príncipe Nikola Petrovich proclama reino a Montenegro y se convierte en su primer y último rey.
El estilo Art Nouveau fue elegido para la decoración del palacio. Puede describirse como una abundancia de formas caprichosas y detalles decorativos; ausencia casi total de líneas rectas, que son reemplazadas por patrones florales estilizados. Las paredes del palacio están cubiertas predominantemente de seda, los techos están coronados con molduras de estuco y el piso está cubierto con lujosas alfombras sobre parquet.
Cada habitación del palacio tiene su propio estilo: oriental, veneciano, victoriano. Hubo muchos rumores sobre la belleza del palacio en toda Europa. Los remilgados vecinos de Montenegro creían que el palacio era demasiado hermoso para un país tan pequeño y modesto.
En 1890, se fundó el Museo Nikolai Petrovich, que se encontraba en el edificio del gobierno. Desde 1926 se aloja en el palacio. A lo largo de su historia, el museo logró soportar pogromos y saqueos, durante 1916-1918, cuando la ocupación austríaca-búlgara cayó sobre Montenegro.
En el palacio se guardan cuidadosamente muebles y armas, así como pinturas, banderas, sellos y otros valores históricos. Todos estos elementos, con un valor de museo colosal, están directamente relacionados no solo con la historia, sino también con la cultura de Montenegro desde la Edad Media hasta 1918, cuando Montenegro se incorporó al Reino de Serbia.
Se debe prestar especial atención a la colección de órdenes militares, que están hechas de oro y adornadas con piedras preciosas. La biblioteca de la corte, que ocupa cuatro salas, también tiene un valor único. Los ejemplares más raros de libros, tanto seculares como eclesiásticos, todavía se conservan aquí. Se estima que la biblioteca tiene capacidad para 10,000 libros.