Descripción de la atracción
La Rotonda de la Gloria está ubicada en el centro histórico de Guadalajara, junto a la famosa catedral local, en una pequeña plaza formada por las avenidas de Fray Antonio Alcalde, Miguel Hidalgo y calles de Lyceyskaya e Independencia. Este monumento fue erigido en honor a aquellas personas que trabajaron por la gloria de la región mexicana de Jalisco.
La Rotonda fue construida en 1952 por el arquitecto Vicente Mendiola. La construcción del monumento fue iniciada por el entonces gobernador del estado, José Jesús González Gallo. El monumento consta de 17 columnas, las cuales están unidas por una cornisa semicircular decorada con la inscripción: "Jalisco y sus nobles hijos". La Rotonda cuenta con 98 hornacinas que albergan los restos de los reconocidos indígenas de la región de Jalisco. Alrededor del monumento, hay 20 estatuas de bronce de tamaño natural que representan figuras políticas y culturales.
Inicialmente, el monumento recibió el nombre de Rotonda de los Hombres Gloriosos, pero después de que las cenizas de Irena Robledo y Rita Pérez Jiménez fueran colocadas aquí, el nombre del monumento fue cambiado a Rotonda de la Gloria. En realidad, el diseño original de la Rotonda implicó la construcción de una cúpula, que habría sido decorada con un fresco del pintor mexicano José Clemente Orozco. Estos planes no se implementaron debido al cese de la financiación del gobierno de la ciudad. Por cierto, en esta Rotonda se encuentran las cenizas de Orozco, así como los restos de un destacado arquitecto, seguidor del estilo Le Corbusier, Luis Barragán; el primer rector de la Universidad de Guadalajara, Enrique Díaz de León; el artista e ilustrador Gabriel Flores García; El general Ramón Ochoa, quien encabezó las fuerzas de resistencia contra el ejército francés, y muchos otros dignos hijos de la ciudad y estado de Jalisco.
