En su famosa frase "Ver París y morir", Ilya Ehrenburg puso a todos en un sentido claro: esta ciudad es tan grande, hermosa y autosuficiente que después de un viaje aquí una persona casi nada le parecerá tan significativo. Pero aún así, después de los paseos parisinos, la vida parece aún más hermosa y el deseo de explorar nuevos horizontes se hace más fuerte. Y esta es también una de las razones para "ver París …"
¿Cuándo ir a París?
La capital francesa siempre es hermosa. En primavera, los castaños florecen en los bulevares y su nube lila pálida está en perfecta armonía con los trajes de mayo de las encantadoras mujeres parisinas. En verano, lo mejor es pasear por el Bois de Boulogne o ver a las parejas enamoradas en los Jardines de las Tullerías. El otoño es el mejor momento para pasear por el Sena en botes pequeños y sesiones de fotos, y el invierno abre un espectáculo navideño con cientos de elegantes árboles de Navidad y decoraciones mágicas en las calles.
Como llegar a Paris
Las aerolíneas francesas y rusas vuelan a París todos los días. El tiempo de vuelo es de poco menos de cuatro horas. Desde cada uno de los aeropuertos de París, donde llegan los aviones, se puede llegar al centro de la ciudad en una hora en trenes eléctricos.
Búsqueda de alojamiento en París
A la hora de elegir un hotel, vale la pena considerar la zona en la que se encuentra y la disponibilidad de restaurante y otras opciones. Se puede desayunar en todos los rincones de París, y la falta de restaurante en el hotel afecta significativamente el precio de la habitación. Los turistas experimentados prefieren el hotel más simple, pero ubicado más cerca de las famosas atracciones. Esto le permite ahorrar no solo dinero en viajes, sino también tiempo que no quiere perder aquí. Para reservar alojamiento en París a precios competitivos, utilice este formulario de búsqueda:
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Discutir sobre gustos
Incluso aquellos que generalmente están lejos de los problemas culinarios conocen la cocina francesa. Los restaurantes parisinos más caros se concentran en los Campos Elíseos, mientras que los asequibles y democráticos se encuentran en Montmartre. Sin embargo, existe la posibilidad de degustar excelentes ejemplos de cocina local a bajo costo en cualquier distrito de la ciudad. Para hacer esto, basta con alejarse un poco de las atracciones populares y ver adónde van los parisinos comunes. Saben dónde están el café más aromático y los croissants recién hechos que, por cierto, suelen servirse aquí para desayunar.
Informativo y divertido
Además de la creación de la gran Eiffel y el Louvre, en la capital francesa, vale la pena mirar la Catedral de Notre Dame desde el barco en el Sena y rendirse al poder de los artistas del Sacre Coeur, que están listos para pintar un retrato del viajero en tan solo unos minutos y un par de euros. Esta obra maestra del lápiz ayudará a hacer que todas las demás impresiones de la vida sean un poco más brillantes y agradables.