Un estado europeo con ricas tradiciones culturales, Hungría aparece cada vez más en las listas de países que los viajeros rusos tienden a visitar en primer lugar. La razón de esto es la impresionante lista de atracciones, la cocina húngara original y las aguas termales curativas, sobre la base de las cuales se han abierto centros de salud y sanatorios. El concepto de "cultura húngara" incluye muchos componentes, cuya combinación permite formar una impresión del país que dio al mundo Imre Kalman y Franz Liszt.
En las listas honorarias
La UNESCO enumera ocho sitios ubicados en el territorio de Hungría:
- El Monasterio de Pannonhalma es un monasterio benedictino fundado a finales del siglo X. No solo es el monasterio más antiguo del país, sino también la segunda abadía más grande del planeta. Construido en lo alto de una colina de trescientos metros. La biblioteca del monasterio es de especial valor y los niños de todo el país estudian en el colegio de varones.
- Necrópolis de la ciudad de Pecs. Uno de los primeros monumentos cristianos de este tipo, que se remonta al menos al siglo IV.
- El pueblo de Holloke, que alberga a poco menos de quinientas personas. En la cultura de Hungría, se le da un papel especial, porque los habitantes de Hollock conservan las tradiciones de sus antepasados y llevan la forma de vida heredada de siglos pasados. El pueblo se llama museo etnográfico al aire libre, y las artesanías populares populares entre sus residentes son el tallado en madera, la cerámica, el tejido y el bordado artístico.
Danubio, cojeando por puentes
La capital húngara es una de las ciudades europeas más bellas. Aquí se encuentran magníficos monumentos arquitectónicos y los mejores museos, cuyas exposiciones le permiten conocer mejor todo sobre la cultura de Hungría.
La cocina local es una parte integral de las tradiciones y costumbres nacionales. Los húngaros creen que es simplemente imposible contar todas las recetas para hacer gulash tradicional, y este es solo un plato del variado menú que ofrecen todos los cafés de la ciudad.
Una vez que haya encontrado y probado el gulash de sus sueños, puede dar un paseo por los puentes que conectan Buda y Pest y rodear el orgulloso Danubio en muchos lugares de la capital. Las orillas del río también están bajo los auspicios de la UNESCO.
La cultura de Hungría es también su reconocida industria vitivinícola. La región de producción de los famosos vinos Tokaj también está protegida como Patrimonio de la Humanidad, y los festivales y ferias anuales permiten a todos los huéspedes del país familiarizarse con las características únicas de los vinos húngaros de élite.