Lisboa, la capital más occidental de Europa continental, es una ciudad muy interesante y pintoresca. Combina orgánicamente diferentes estilos y épocas arquitectónicas, y sus vistas ocupan un lugar legítimo en la lista de las obras maestras más interesantes del mundo. Palacios y fortalezas, basílicas y monasterios, teatros y galerías de arte permiten al viajero pasar el tiempo en el centro y las afueras de Lisboa de una manera interesante y variada.
Estilo real
¿Sueñas con hacer un recorrido por un verdadero palacio real? Todo es posible en el suburbio lisboeta de Queluz. A pocos kilómetros del centro de la capital portuguesa a mediados del siglo XVIII, se construyó un magnífico palacio rococó, que en 1794 se convirtió en la residencia de la reina María. Fue diseñado por el famoso arquitecto Mateus Vicente di Oliveira, y está decorado con lujosas habitaciones con estuco y madera tallada, pinturas y esculturas de maestros de Italia e Inglaterra.
El parque del palacio es un maravilloso ejemplo de diseño paisajístico. Los pabellones de verano están ubicados en jardines ideales, y los lujosos macizos de flores y fuentes demuestran la habilidad de los jardineros de la corte en todo su esplendor. El palacio sirve hoy como residencia donde se reciben las delegaciones de gobiernos extranjeros que llegan en visita oficial a Portugal.
Atrapa la ola
Situada en la bahía del Océano Atlántico, la capital de Portugal también cuenta con magníficas playas. En los suburbios de Lisboa, hay varias áreas turísticas donde tanto los lugareños como los huéspedes de la ciudad prefieren relajarse:
- Caxias es la playa más cercana a Lisboa. Es de tamaño pequeño y tiene una superficie arenosa. La playa se encuentra cerca de Fort San Bruno, y la forma más fácil de llegar a este complejo es en tren desde la estación de Lisboa.
- En la playa de Paso de Arcos, puede tomar el sol y nadar con gran comodidad: el alquiler de tumbonas y sombrillas y una ducha fresca permiten que las familias con niños vengan aquí. Los socorristas están de guardia en la franja costera y el estado del agua se monitorea regularmente. Pruebe algo para comer en el bar junto al mar o en el excelente restaurante de mariscos de la zona.
- En el suburbio lisboeta de Oeiras, hay una amplia playa de arena equipada con duchas, tumbonas y alquiler de sombrillas. Aquí puede dejar su coche en un cómodo aparcamiento y, para quienes decidan utilizar el transporte público, basta con caminar unos minutos desde la estación de tren.