A algunos les puede parecer que la capital de Finlandia está muy atrasada en términos de cantidad de monumentos y atracciones, especialmente en comparación con su vecino sueco. Pero esto no es así, los paseos en Helsinki demuestran que la ciudad es buena en cualquier época del año, hay muchos paisajes hermosos y una "arquitectura norteña" sobria.
Caminando en Helsinki Ruso
Esta hermosa ciudad ha recibido una hermosa definición: "la hija del Báltico", la fecha de su fundación se considera 1550. Pero en 1812, se abrió una nueva página de Helsinki, la rusa, cuando este lugar se convirtió en una especie de plataforma experimental para los emperadores rusos que intentaron hacer una copia en miniatura de San Petersburgo desde una ciudad finlandesa. Hoy en día todavía se pueden encontrar rastros de la presencia de arquitectos rusos (rusos) en la metrópoli, solo los nombres de los objetos suenan con acento finlandés.
Por ejemplo, ¿quién puede adivinar que la Plaza Senaatintori es la misma que la Plaza del Senado? No es difícil adivinar por qué apareció ese nombre, aquí está el edificio del Senado finlandés, donde se sientan los ministros.
Enfrente hay otro edificio, el gemelo del Senado. Solo alberga la universidad local. Junto a él se encuentra el edificio de la Biblioteca Principal de la Universidad, a los turistas les encanta inspeccionar esta obra maestra de la arquitectura desde el exterior, y los científicos tienden a entrar, ya que este lugar contiene una de las mayores colecciones de literatura eslava. En un momento, Alejandro I, el emperador ruso, ordenó enviar una copia de todos los libros impresos en Rusia a Helsinki.
El principal atractivo de la plaza
De todas las obras maestras arquitectónicas en la Plaza del Senado de Helsinki, Tuomiokirkko, la Catedral Luterana, es la principal atracción. Preste atención a:
- la cúpula central, a cuya construcción puso las manos Engel;
- cuatro cúpulas más pequeñas, creación del alumno de Engel, Ernst Lormann;
- estatuas de los doce apóstoles, similares a las ubicadas en la Catedral de San Isaac en San Petersburgo.
La Catedral Luterana, los edificios del Senado y la Universidad no son todos los objetos históricos y culturales de la plaza. En su centro hay un monumento a Alejandro I, quien hizo mucho tanto por la ciudad como por la nación finlandesa, en particular, legalizó el idioma finlandés. Por esto, los indígenas le quedan agradecidos.