Descripción de la atracción
El puente peatonal de Debiilly se construyó, como la Torre Eiffel, para la Exposición Universal, recién en 1900, y se convirtió en la segunda estructura metálica para ilustrar los avances tecnológicos de la época. En cierto sentido, repitió el destino de la torre: fue concebida como una estructura temporal, pero permaneció para siempre.
En el diseño de la Segunda Exposición Mundial, se hizo hincapié en el arte. Aparecieron el lujoso Grand Palais, el Petit Palais, el puente Alejandro III, todo en el magnífico estilo Beaux-art. En el terraplén cerca de la Torre Eiffel había grandiosos pabellones temáticos, y enfrente, en la margen derecha, el barrio medieval recreado "París Viejo" se dirigía al Pont de Alma. Para ayudar a los visitantes de la exposición a llegar desde el pabellón del ejército y la marina hasta el "Viejo París", se construyó este puente temporal, según se creía.
Su estilo industrial no encajaba del todo en el concepto de diseño. El arquitecto Louis-Jean Resal colocó un marco de metal en dos pilares de piedra y lo decoró con baldosas de cerámica de color verde oscuro, que se suponía que creaban la impresión de ondular en las olas. El puente se veía bastante brutal.
Quizás los parisinos se consolaron con el hecho de que este cruce, como la torre, estaba aquí temporalmente. Sin embargo, después de seis años, el puente solo se movió ligeramente, después de ocho: le dieron un nombre en honor al general francés Jean-Louis Debilli, justo a tiempo para el centenario de su muerte en la Batalla de Jena. El puente seguía en pie y en pie. En 1941, sin embargo, una amenaza se cernió sobre él: el presidente de la sociedad de arquitectura lo menospreció como un accesorio olvidado de un evento pasado hace mucho tiempo. Sin embargo, el edificio sobrevivió con seguridad hasta 1966, cuando finalmente se incluyó en el registro adicional de monumentos históricos junto con el puente Alejandro III y el viaducto de Austerlitz (puente de metro sobre el Sena).
En 1991, se volvió a pintar el puente y, en 1997, se renovó el pavimento con pavimento de madera dura tropical. Ahora, las personas que lo recorren apenas recuerdan que alguna vez fue temporal o inapropiado. Ahora es solo una hermosa y conveniente pasarela.