Descripción de la atracción
Los geoglifos de Nazca, encontrados en el desierto de Nazca, entre las ciudades de Nazca y Palpa, aparecieron durante el período de prosperidad de la cultura Nazca a partir del 700 a. C. antes del 200 d. C. Hay varios cientos de ellos, que van desde líneas simples hasta complejas formas zoomorfas y geométricas en la superficie de la tierra.
A 450 km al sur de Lima, cerca del Océano Pacífico, se encuentran las Pampas (en quechua, pamp significa "llano") Ingenio, Nazca y Sokos. Entre Nazca y Palpa de Sokos se pueden ver trazadas sobre el suelo negro y rojo líneas de 40 a 210 cm de ancho. No lejos de estas líneas hay un semicírculo de colinas, desde donde se abre un gigantesco anfiteatro natural. Algunas líneas miden hasta 275 m de largo.
Técnicamente, las líneas de Nazca son muy claras y uniformes, con poca o ninguna desviación. Posiblemente, en su creación se utilizaron cuerdas, estacas y unos 800 animales. El clima excepcional de la región, donde prácticamente no llueve, ha sido una recompensa para los inventivos creadores de estos dibujos, preservando esta asombrosa obra hasta el día de hoy.
Contrariamente a la creencia popular de que las líneas de Nazca solo se pueden ver desde el aire, los viajeros pueden verlas fácilmente desde las colinas circundantes y las torres de observación especialmente diseñadas.
El primer registro de ellos fue realizado por el arqueólogo peruano Toribio Mejia Kesspe en 1927. Un gran estudio de laboratorio sistemático de estos dibujos fue realizado por un equipo de la Fundación Suiza para la Investigación Arqueológica en el Extranjero, liderado por el arqueólogo Marcus Reindel y Johnny Isla Cuadrado en 1996, quienes llevaron a cabo numerosas excavaciones y lograron rastrear la historia cultural que los creó. dibujos. De hecho, estas líneas son simples surcos hechos en el suelo, cuya superficie del suelo consiste en una capa de guijarros de color oscuro con un tinte rojizo causado por la oxidación. Los arqueólogos han llegado a la conclusión de que las líneas se trazaron entre el 200 a. C. y 600 A. D. En el territorio del desierto de Nazca, también se encontraron piedras en pequeños montículos que podrían usarse para crear estos dibujos gigantes. La técnica para crear el dibujo fue completamente restaurada con evidencia recolectada por expediciones arqueológicas y quedó claramente demostrada.
Las excavaciones arqueológicas han revelado en algunos geoglifos de Nazca que representan ofrendas religiosas de productos agrícolas y animales, especialmente marinos. Las líneas de geoglifos forman un paisaje ritual cuyo propósito es facilitar la inducción de agua de lluvia. También se encontraron estacas y cuerdas.
Últimamente, el estado de las líneas se ha deteriorado por la afluencia de personas que habitan los terrenos aledaños, así como por graves daños a algunos geoglifos como consecuencia de la construcción de la Carretera Panamericana. En 1994, el Comité de la UNESCO inscribió los geoglifos de Nazca y los geoglifos de la llanura de Pampa de Jumana en la Lista del Patrimonio Mundial.