Descripción de la atracción
La famosa Fuente Stravinsky se encuentra entre el vanguardista Centro Pompidou y la iglesia gótica de Saint-Merry. Siempre está lleno de madres con niños encantados, pero la instalación también es capaz de impresionar a un adulto.
El visitante ve un enorme cuenco rectangular bajo (36 x 16,5 metros) lleno de agua. Contiene dieciséis extrañas figuras. Los mecanismos negros, que combinan engranajes y ruedas con mangueras, repiten intrincados movimientos ciclo tras ciclo. Enormes figuras brillantes que sobresalen del agua de vez en cuando sueltan chorros de agua. Todo esto es fascinante y divertido de ver.
La fuente fue creada en 1983 por el arquitecto suizo Jean Tinguely y su esposa, la artista francesa Niki de Saint Phalle. Los artistas fueron invitados a resolver un problema inusual por Pierre Boulez, el fundador del Centro de Investigación Musical, ubicado justo debajo de la Plaza Stravinsky. Boulez creía que esta pequeña plaza era aburrida y necesitaba ser revitalizada. Para entonces, un partidario del "arte cinético" Tinguely había ganado fama mundial como autor de máquinas fantásticas gigantes y estructuras autodestructivas, y Boulez lo invitó a trabajar en la apariencia de la plaza. Tinguely estableció una condición: Niki de Saint Phalle debería participar en el proyecto.
La idea de la fuente encontró dificultades técnicas: teniendo en cuenta la habitabilidad del espacio bajo la zona, se tuvo que minimizar el peso de la estructura. Tinguely, que solía trabajar con hierro, esta vez utilizó aluminio ligero pintado de negro para las figuras móviles. Saint Phalle utilizó fibra de vidrio ingrávida y poliéster para figuras de colores. El cuenco de la fuente en sí se hizo a solo 35 centímetros de profundidad.
La fuente está dedicada al gran compositor, director y pianista ruso Igor Stravinsky, que vivió una parte importante de su vida en Francia. El implacable y encantador movimiento lento de las figuras móviles está inspirado en la música de los ballets de Stravinsky The Rite of Spring y The Firebird. El compositor escribió estos ballets especialmente para Russian Seasons de Sergei Diaghilev, que jugó un papel muy importante en la popularización de la cultura rusa.