Descripción de la atracción
La Basílica de San Vitale, ubicada en Ravenna, en realidad no es una basílica en el sentido arquitectónico. Es uno de los ejemplos más interesantes del arte bizantino paleocristiano en Europa Occidental. La basílica está incluida en la lista de sitios del Patrimonio Cultural Mundial de la UNESCO.
La construcción de San Vitale comenzó en 527, cuando Rávena estaba bajo el dominio de los ostrogodos, y terminó 20 años después, cuando la ciudad ya era la capital del Exarcado de Rávena. Se desconoce el nombre del arquitecto de la basílica.
La iglesia tiene forma de octágono y combina elementos de la arquitectura románica (cúpula, forma de portales, torres de varios niveles) y bizantina (ábside poligonal, capiteles). Por supuesto, su principal atractivo son los magníficos mosaicos bizantinos, los más grandes y mejor conservados fuera de Constantinopla (ahora Estambul). Además, esta es la única iglesia de la época del emperador Justiniano I que ha sobrevivido hasta nuestros días en una forma casi sin cambios.
La parte central de la basílica está rodeada por dos deambulatorios externos - desvíos circulares alrededor del ábside. El superior, destinado a mujeres casadas, contiene mosaicos que representan escenas del Antiguo Testamento y representan símbolos de los evangelistas en las paredes. La bóveda del presbiterio está decorada con mosaicos que representan hojas, frutos y flores. El ábside de la basílica está flanqueado por dos capillas, típico de la arquitectura bizantina. Es interesante que la cúpula de esta basílica en particular inspiró al gran Filippo Brunelleschi a crear la cúpula de la Catedral de Florencia.
Cerca de San Vitale se encuentra el Museo Arqueológico Nacional de Rávena, que alberga monedas romanas, tallas de huesos bizantinos, frescos, una colección de textiles y pinturas de los siglos XVII y XVIII.