Descripción de la atracción
El pilar del Pelourinho de Barcelos, rodeado de parterres verdes, se alza frente a la iglesia románico-gótica del siglo XIII de Santa María de Barcelos y es el sello distintivo de la ciudad. Los lugareños también lo llaman "Pikota".
Pelourinho de Barcelos fue construido a finales del siglo XV y principios del XVI y se utilizó para el castigo público y la humillación. El pilar está construido en estilo gótico tardío y consta de escalones, una base y una columna hexagonal rematada con una magnífica linterna multifacética. La decoración en forma de linterna es una característica bastante típica del estilo arquitectónico del gótico tardío.
En la Edad Media en Europa, el pilar de la vergüenza se usaba con mucha frecuencia para el castigo público. A veces, el castigo iba acompañado de azotes, que a veces conducían a la muerte. En Portugal, el pilar de la vergüenza se llamaba "pelurinho". Ocupa uno de los lugares más importantes entre los monumentos históricos. Es en Portugal donde se menciona al pelurinho desde el románico. Por lo general, el pilar de la vergüenza se instalaba en la plaza central de la ciudad o frente a la iglesia principal o el palacio. Pelurinho solía estar construido de piedra en forma de columna, que estaba decorada con tallas en la parte superior. Algunos pelurinos incluso están decorados con escudos de armas reales y se consideran importantes atracciones locales. Durante el reinado del príncipe Bragança, los ladrones fueron encadenados al Pelourinho de Barcelos. En ocasiones se castigaba a personas inocentes, como sucedía con un peregrino al que injustamente se le acusaba de robar. Para demostrar su inocencia, rezó a Santiago para que cobrara vida el gallo asado que iba a comer el juez. Y el gallo volvió a la vida y el peregrino fue liberado. Desde entonces, los gallos se han convertido en un símbolo de Portugal y se cree que traen buena suerte.