Descripción de la atracción
Procida es una de las islas Flegreas, situada frente a la costa de Nápoles en la región italiana de Campania. La isla está ubicada entre Capo Miseno e Ischia. Junto con otra diminuta isla, Vivara, tiene el estatus de comuna, y su población es de unas 10 mil personas.
El nombre Procida proviene de la palabra latina "prochita", que significa "cerca de Kuma" (Kuma era un antiguo asentamiento griego cerca de Nápoles). Según otra versión, el nombre de la isla proviene del verbo griego "prokeitai" - "mentir más".
Procida se formó como resultado de la erupción de cuatro volcanes, que hoy se consideran inactivos y están bajo el agua. El área total de la isla es de menos de 4 km2, y su costa muy dentada tiene 16 km de largo. El punto más alto de la isla es la colina Terra Murata - 91 metros.
Procida formó parte de la civilización micénica en los siglos XVI y XV a. C., luego, en el siglo VIII a. C., aparecieron en la isla los primeros pobladores griegos antiguos, quienes fueron reemplazados por otros antiguos griegos que venían de Kuma. En la era de la antigua Roma, Procida se convirtió en un destino popular, donde los patricios y aristócratas amaban descansar. Después de la caída del Imperio Romano Occidental y la conquista bizantina, la isla cayó bajo el dominio del Ducado de Nápoles. Las constantes incursiones, primero de los vándalos y los godos, y luego de los sarracenos, obligaron a los habitantes de la isla a construir asentamientos fortificados característicos de la Edad Media. El cabo, rodeado por todos lados por montañas, servía de refugio natural. Durante el mismo período, se construyeron torres de vigilancia en la costa, que se convirtió en el símbolo de Procida.
Después de la conquista normanda del sur de Italia, la isla se convirtió en una posesión feudal de la familia Da Procida, que la mantuvo durante más de dos siglos. El miembro más famoso de esta familia fue Juan III Procida, consejero del emperador Federico II y líder del levantamiento popular conocido como Vísperas sicilianas.
En 1339, Procida pasó a ser propiedad de la familia Cossa, dedicada a la dinastía Anjou, que en ese momento gobernaba el Reino de Nápoles. Al mismo tiempo, comenzó un período de profunda transformación económica de la isla: se abandonó la agricultura y, por el contrario, la pesca recibió un poderoso impulso en el desarrollo.
En 1744, el rey Carlos III convirtió Procida en un coto de caza real. Durante este período, la propia flota de la isla alcanzó su punto máximo, incluso debido a la floreciente construcción naval. La población de la isla ha aumentado a 16 mil personas. Y en 1860, tras el fin del Reino de las Dos Sicilias, la isla pasó a formar parte de Italia.
Con la llegada del siglo XX, la economía de Procida comenzó a declinar, ya que los constructores navales locales ya no podían competir con los gigantes industriales. En 1907, Procida perdió sus territorios continentales, que se convirtieron en la comuna independiente de Monte di Procida. Y en 1957, se construyó en la isla el primer acueducto submarino de Europa. En las últimas décadas, la población de la isla ha comenzado a crecer lentamente de nuevo, sobre todo debido al desarrollo del turismo, que, junto con la navegación, es una importante fuente de ingresos para los residentes locales.
Reconocido por sus coloridos paisajes y su arquitectura típica mediterránea, Procida ha presentado varias películas, incluido el thriller de Hollywood The Talented Mr. Ripley.