Descripción de la atracción
La Casa Batlló es uno de los tres edificios del Passeig de Gracia, que forman el llamado "Barrio de los Desacuerdos", que debe su nombre a la arquitectura pegadiza, extraordinaria y completamente diferente de estos edificios.
Esta casa, construida en 1877, fue adquirida por el industrial textil Don José Batlló Casanavas, quien encargó la reforma al destacado arquitecto Antoni Gaudí. El insuperable maestro del modernismo rediseñó por completo ambas fachadas del edificio, la principal de las cuales da al Passeig de Gracia, y la trasera, hacia el interior de la casa. La entreplanta y el primer piso del edificio, el patio interior también fueron completamente rediseñados, así como la remodelación del local interno. Junto a Gaudí, en la reconstrucción de la casa participaron un gran número de personas: los arquitectos Domingo Sugranes y José Canalet, los escultores José Llimón y Carlos Mani, los artesanos de interiores Juan Rubio y José Maria Juhol, los artesanos del mueble y carpintería Kakas y Bardes, como así como los hermanos herreros Vadia …
Si tuviera que describir la Casa Batlló en una palabra, la palabra “fabulosa” sería la mejor. De hecho, esta mansión parece una especie de casa extravagante en la que viven personajes de cuentos de hadas. A veces incluso es difícil creer que una casa así fue diseñada y construida en realidad. Muchos investigadores de la arquitectura de Gaudí creen que una nueva etapa de su obra parte de esta casa, no sujeta a ningún estilo arquitectónico, demostrando solo su visión y encarnando su fantasía.
Una característica de esta casa se puede llamar la ausencia casi completa de líneas correctas y claras, los contornos de todos los elementos de la fachada sorprenden con su curvatura, esta plasticidad continúa en los interiores. Se supone que la idea de la fachada de la casa se inspiró en el maestro de la historia de la victoria del patrón de Cataluña, San Jorge sobre el Dragón. De hecho, el techo del edificio, de forma absolutamente irregular, está revestido con tejas en forma de escamas de un color complejo. La fachada principal está cubierta con un mosaico de fragmentos de vidrio y baldosas cerámicas de tonos dorados a verdoso turquesa, que recuerdan a escamas, y el propio maestro supervisó la correcta colocación del patrón por parte de los trabajadores. Los intrincados balcones y los intrincados ventanales con columnas originales recuerdan a los huesos de animales. Y en el techo hay una torre coronada con una cruz de San Jorge.
El interior de la casa es un intrincado laberinto con escaleras curvas únicas y techos abovedados. Impresionan los elementos decorativos, las rejas metálicas, las aberturas de las ventanas, así como los muebles creados por el propio Gaudí.
Hoy la Casa Batlló forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.