Descripción de la atracción
Las ruinas del antiguo castillo de Aggstein son uno de los lugares más interesantes y misteriosos de la Baja Austria. El castillo fue fundado en el siglo XII, sobre posiciones defensivas muy ventajosas. Anteriormente, el castillo ocupaba un área de 1 hectárea, los muros descansaban sobre poderosas rocas y la parte superior del castillo se elevaba 300 metros sobre el nivel del Danubio.
En 1181, el castillo estaba en posesión de la familia Künringen. En 1230, Künringen se rebeló contra Federico II, quien se vio obligado a sitiar y capturar el castillo. Unos años más tarde, los antiguos propietarios del castillo lograron devolverlo, estableciendo relaciones con el emperador. Pero los tiempos de calma no duraron tanto, los barones de Künringen se rebelaron nuevamente, pero contra Albrecht I. Así, en 1295-96, el castillo fue nuevamente conquistado por las tropas del emperador y arrebatado a sus dueños. Pero esta vez también, la Künringen logró recuperar el castillo. Esta vez siguieron siendo propietarios de pleno derecho hasta 1355.
En el siglo XV, el emperador Alberto V entregó el castillo a Georg von Wald. El emperador quería poner las cosas en orden en el castillo, así como hacer una especie de aduana fuera del castillo, para que los barcos mercantes que seguían el Danubio pagaran un impuesto. Esas oportunidades y un poder ilimitado convirtieron a von Wald en un ladrón codicioso. La práctica corrupta de saquear los barcos que pasaban continuó hasta 1477, cuando el emperador puso fin al robo al capturar el castillo.
En 1529, el castillo fue completamente saqueado por las tropas turcas. Este período fue seguido por una sucesión de propietarios cada vez más, que se preocuparon poco por la conservación y el mantenimiento del castillo, hasta que en 1930 Aggstein compró el Conde de Seilern-Aspag, cuya familia todavía lo posee en la actualidad.
A principios de la década de 2000, se llevaron a cabo renovaciones a gran escala con el apoyo del gobierno. En el marco de este proyecto, se renovó la mampostería, se reparó el alcantarillado y el suministro de agua y se creó un salón de banquetes.
Hoy en día, el castillo de Aggstein es visitado por unos 55 mil turistas al año.