Los símbolos heráldicos individuales de las ciudades pueden informar no solo sobre el pasado o el presente, la historia, la política o la cultura, sino también sobre las opiniones y actitudes religiosas de los residentes. Entre estos símbolos oficiales se encuentra el escudo de armas de Sevilla, que representa a tres santos católicos. Además, en la paleta de colores del símbolo de Sevilla, hay un morado (color violeta), bastante raro para la heráldica, que se asocia directamente con la religión católica.
Descripción de los elementos y su significado
El escudo de armas de Sevilla tiene varias características más que lo distinguen de todos los símbolos heráldicos conocidos de las ciudades del mundo. Se pueden distinguir dos partes importantes del escudo de armas: un escudo plateado con una parte inferior redondeada; una corona de oro adornada con diamantes, esmeraldas y rubíes.
La mayor atención se centra en el escudo, o más bien, los personajes que se representan en él. En el centro se encuentra San Fernando, el célebre rey de Castilla, que participó activamente en la liberación de la ciudad de los árabes.
El monarca está representado sentado en el trono real, bajo un dosel de color púrpura. Este santo está vestido con la misma túnica púrpura forrada de armiño. Para crear un sentimiento de santidad, se utilizaron detalles de oro: un nimbo, una corona, un cetro, un orbe.
A su izquierda se sienta San Isidoro, su atuendo es plateado, su manto es dorado, forrado con tela escarlata. En sus manos sostiene un bastón de oro y un libro. A la derecha de Fernando, San Leandro está representado en el escudo de armas de Sevilla. También está vestido con un traje plateado, en su mano derecha hay un bastón pastoral dorado, en su izquierda, un pergamino.
Los santos están representados sentados en un trono y en sillones sobre un estrado, sobre una plataforma escarlata. Isidoro y Leander fueron en un tiempo obispos de Sevilla, y tras su partida a otro mundo fueron canonizados. Hoy se les considera los mecenas de la ciudad.
Acertijo de sevilla
El lema, que está escrito en pintura dorada y se encuentra en la base del escudo, requiere una descripción especial. Consiste en letras latinas escritas en pares: "NO", "DO" y una madeja de lana, ubicada entre los pares. Traducido del español, el lema suena a "no me dejó", es decir, la ciudad se mantuvo fiel a Alfonso X en 1282, cuando se produjo el famoso levantamiento de Sancho IV.
Es difícil para una persona que no sabe español leer el lema, ya que quedan la primera y la última sílaba, y la mitad de la frase (me ha deja) se reemplaza por la imagen de una bola de hilo (madeja en español).