Descripción de la atracción
La estación de tren de Kuala Lumpur es una de las diez más bellas del mundo. Este sorprendente ejemplo de la llamada arquitectura colonial británica se construyó en el centro de la ciudad en 1910.
El autor del proyecto es Arthur Hubbek, un famoso arquitecto, invitado desde Gran Bretaña para supervisar el desarrollo de la capital de Malasia en la primera mitad del siglo XX. Su compromiso con el estilo morisco, combinado con influencias indo-sarracenas, contribuyó en gran medida a la creación de la imagen única de la ciudad joven. Fue gracias al hábil uso de estos estilos que logró hacer que el enorme edificio de la estación fuera casi como un juguete por fuera.
Ya había dos estaciones de tren en la ciudad. Pero debido al desarrollo intensivo, se necesitaba una gran estación de ferrocarril. Se estima que el costo de construcción superó los $ 23,000. El 1 de agosto de 1910, se inauguró la estación y durante muchos años se convirtió en el cruce ferroviario más grande de Malasia.
Al mirarlo, es imposible creer que haya andenes y trenes en su interior. El elegante edificio blanco como la nieve está decorado con fabulosas torrecillas, cebollas abovedadas, arcos calados, elegantes agujas y se asemeja a un pastel aireado. Desde algunos ángulos, se puede confundir con el diseño original de una mezquita. Al parecer, se vio afectado por el hecho de que un año antes el arquitecto Khabbek diseñó la famosa Mezquita Jamek. Con una apariencia tan extraordinaria y extravagante, el interior de la estación era una estación de tren ordinaria y muy grande.
Casi 75 años después, la estación ha sido objeto de una reconstrucción interna. El flujo de turistas aumentó y se requirieron condiciones cómodas para ellos. El edificio cuenta con salas de espera de nivel moderno con aire acondicionado, bares y quioscos de información.
Con el tiempo, se dio cuenta de que un hermoso edificio se ha convertido en una de las atracciones más atractivas y requiere un mantenimiento más cuidadoso. Un kilómetro al sur de la misma, comenzó la construcción de una nueva estación. Abrió el 15 de abril de 2001 e inmediatamente descargó la vieja estación del tráfico interurbano. Allí comenzó la creación de un museo ferroviario: el antiguo equipo ferroviario fue restaurado y enviado a la capital. Incluso aparecieron aquí una pequeña locomotora de maniobras y un camión de bomberos centenario. En 2007, en el 50 aniversario de la independencia de Malasia, la antigua estación de tren se inauguró como museo y su edificio recibió el estatus de patrimonio del pueblo malasio.
Hoy se utiliza como estación de trenes de cercanías. Su propósito principal es un centro cultural, un hito arquitectónico y decoración de la ciudad.