Descripción de la atracción
El Palacio Episcopal es uno de los hitos de la ciudad francesa de Angers, ubicada en el oeste del país en la región de Loire Pays. Solía ser la capital del condado de Anjou y servía como un centro de importancia estratégica. La ciudad se encuentra en un afluente del famoso río Loira, en el río Maine.
El primer obispo de Angers fue elegido en 372. La residencia episcopal en sí existía en su lugar inalterado, en las inmediaciones de la Catedral de San Mauricio desde el siglo IX. El edificio moderno data del siglo XII. Es interesante que las antiguas fortificaciones de la ciudad romana del siglo III sirvieran de base para las murallas y torres del palacio, además, el castillo está ubicado en el sitio de la puerta romana de Anjou, que servía como entrada principal a la ciudad. En ese tiempo.
El palacio está hecho de varios materiales: se distinguen arenisca, pizarra y toba. El edificio tiene la forma de la letra griega "tau", que no es típica de la arquitectura francesa. Sin embargo, el signo tau tiene un gran significado simbólico en el cristianismo: se cree que la cruz en la que crucificaron a Jesucristo se hizo con esta misma forma. La planta baja del edificio se destinó a oficinas y las salas principales, incluida la sala para la celebración de sínodos diocesanos, se encuentran en las dos plantas superiores. También hay varias salas de estar bajo el techo. También vale la pena señalar la cocina, hecha bastante inusual, en forma de círculo.
Desde el siglo XII, el palacio episcopal ha sido reconstruido varias veces. En 1438, apareció aquí un amplio salón, donde ahora se encuentra la biblioteca, y en 1508 se completó la monumental escalera principal que conduce al salón ceremonial, que, sin embargo, permaneció inconclusa hasta 1864.
En el siglo XVII, se agregaron galerías porticadas a la sala de reuniones sinodal, y en 1751 se modificó ligeramente la antigua cocina redonda. En 1861-1864, se añadió una nueva ala al palacio, y toda la estructura tuvo que ser seriamente alterada para mantener las proporciones necesarias. Lamentablemente, con el paso del tiempo, se perdió la decoración de la fachada norte del edificio. Sin embargo, a pesar de toda la reestructuración, el palacio episcopal de Angers es una verdadera obra maestra arquitectónica, sorprendentemente conservada del siglo XII y que escapó de la destrucción durante la Revolución Francesa.
Ahora alberga un museo de arte religioso, inaugurado en 1910. Entre sus exhibiciones, destaca especialmente los elegantes tapices antiguos.
Desde 1907, el castillo ha estado bajo la protección del estado y es un monumento de la historia y la cultura de Francia.