La cocina búlgara ha adoptado las mejores tradiciones de la cocina bizantina. Sus recetas son conocidas por muchas amas de casa rusas. Los platos búlgaros se distinguen por su originalidad. Los lugareños intentan preservar sus tradiciones culinarias, a pesar de la influencia de otros pueblos.
Platos principales
La cocina búlgara se basa en platos de verduras. Una amplia variedad de verduras son populares en este país: zanahorias, pepinos, patatas, calabacines, diferentes tipos de repollo, berenjenas, etc. Las verduras se consumen en cualquier forma. Se comen crudos, fritos, hervidos, en escabeche, guisados y rellenos. Las verduras son un componente indispensable de los platos de carne.
La cocina nacional está llena de recetas conocidas en todo el mundo. Por ejemplo, los búlgaros fueron los primeros en empezar a hacer yogur popular. Los productos lácteos son muy comunes en Bulgaria. Se clasifican como alimentos básicos y se agregan a muchos platos. Varios tipos de quesos también son populares entre la población local. Los más populares son el queso blando, kashkaval, tukmanik, etc.
La carne a menudo se prepara junto con las verduras, y se sirve en ollas de barro. Básicamente, las amas de casa locales elaboran tres platos de carne: kawarma en ollas (carne, pimientos morrones, cebollas, vino tinto), guvech (estofado, patatas, ajos, tomates y otras verduras) y moussaka (cazuela de patatas y carne picada) … El sach también es popular: la carne y todo tipo de verduras se fríen en una sartén.
Tradiciones culinarias
Los búlgaros comienzan cualquier comida con ensalada. La ensalada Shopska es el plato nacional búlgaro. Está hecho de pepinos, pimientos dulces al horno, queso feta, cebollas, hierbas. Siempre hay bocadillos fríos y calientes en la mesa. Para su elaboración llevan cocido y cecina, setas, despojos fritos, chorizo, etc. Cada pueblo tiene sus propias recetas para hacer sopas, que se denominan chorba. El primer lugar entre ellos lo ocupa la sopa de frijoles con la adición de albóndigas fritas y salchichas ahumadas hervidas.
Para las fiestas se prepara un guiso de callos de ternera. Tarator es la más popular de las sopas frías. Está hecho de pepinos finamente picados, nueces, ajo, eneldo y leche agria. La peculiaridad de la cocina búlgara es la forma inusual de cocinar los ingredientes. Los productos se cuecen al vapor a fuego lento durante una hora. En este caso, todos los componentes se tratan térmicamente al mismo tiempo. Así es como los búlgaros preparan segundos platos y sopas. Los platos dulces de Bulgaria también son variados. Aquí se elaboran deliciosos pasteles, bollería vienesa, dulces orientales (baklava, tulumba).