Descripción de la atracción
El Museo de Montmartre existe porque en 1886 un grupo de artistas decidió preservar y proteger la historia y la cultura de su amado barrio. Se reunieron en un bistró, discutieron el problema y fundaron la Old Montmartre Society para buscar y preservar cualquier evidencia de la historia de la zona. En 1960, se inauguró un museo, que utilizó todo lo que el "Viejo Montmartre" logró acumular.
La exposición del museo está dedicada a cuatro temas: la historia de la región, la Comuna de París, las fiestas de Montmartre y bohemia. La maqueta del antiguo pueblo del artista y escultor Georges Vollmer es una excelente ilustración del primer tema. Se puede ver claramente cómo vivía la gente en el cerro cuando estaba habitado por trabajadores que extraían piedra caliza y campesinos. En la sección sobre la Comuna de París, hay muchos carteles y documentos que describen cómo nació la comuna y cómo fue suprimida. Los trajes de bailarines y carteles de los famosos cabarets "Moulin Rouge", "Conejo ágil", "Gato negro", "Sofá japonés", realizados por Toulouse-Lautrec, Cheret y otros maestros famosos, hablan de la festividad de Montmartre. La sección "Bohemia" presenta fotografías y lienzos de muchos artistas famosos que vivieron y trabajaron en Montmartre a finales del siglo XIX y XX.
La antigua mansión Rosimon, que alberga el museo, también forma parte de la historia de Montmartre. Se cree que perteneció a Rosimon, el dramaturgo y actor de la compañía Moliere que interpretó el papel de Moliere después de su muerte. Más tarde, hubo el primer estudio de Auguste Renoir: en este jardín pintó el hermoso "Columpio" y el "Jardín de la rue Cortot en Montmartre". La artista Suzanne Valadon y su hijo Maurice Utrillo vivieron aquí, los escritores Leon Blois y Pierre Riverdi, los artistas Maximilian Luce, Oton Frizez, Raoul Dufy, Charles Camouan, Francis Pulbeau visitaron. Fue Pulbo quien salvó el viñedo local en 1929, cuando quisieron construir edificios residenciales en su lugar. El viñedo Le Clos Montmartre, que corre cuesta abajo, es visible desde las ventanas de la mansión, y en la tienda del museo se pueden comprar no solo libros, sino también vino local.
Ahora la restauración está en marcha aquí: un plan ambicioso implica duplicar el área de exposiciones y jardines, mientras el museo continúa funcionando.