Descripción de la atracción
San Felice del Benaco se encuentra en la orilla occidental del lago de Garda en un promontorio entre el golfo de Salo y el golfo de Manerba. Incluye los territorios de tres asentamientos: San Felice, Portese y Cisano, así como la isla más grande del lago, Isola Garda. En total, la ciudad alberga a unas 3 mil personas. Su nombre proviene del latín "sine felix", una bahía cómoda.
En las cercanías de San Felice en el territorio de Skovolo, se descubrieron antiguas viviendas sobre pilotes, así como numerosos artefactos relacionados con la era de la Antigua Roma, por ejemplo, tablas de piedra dedicadas a Neptuno, que se pueden ver hoy en la iglesia parroquial, o la necrópolis. Durante la invasión de los bárbaros, se construyó un poderoso castillo para proteger las tierras locales. En 1279, el poderoso Brescia decidió destruirlo, y los habitantes de los territorios circundantes se vieron obligados a trasladarse a otro lugar, lo llamaron San Felice di Scovolo. Allí se erigió un nuevo castillo, que, sin embargo, también fue destruido en 1509. Mucho más tarde, fue reconstruido por orden de la República de Venecia.
En el pasado, la economía de San Felice se basaba en la pesca, gracias a la abundancia de una amplia variedad de especies de peces en el lago de Garda. Hoy en día, la principal fuente de ingresos para los residentes locales es la producción de vino y el turismo.
Entre los principales atractivos de la ciudad se encuentran la iglesia parroquial, construida en estilo barroco entre 1740 y 1781, y el lugar de nacimiento del famoso escultor Angelo Zanelli - Palazzo Rotino, que hoy alberga el ayuntamiento. En las inmediaciones de San Felice se encuentra el Templo de la Virgen del Carmine, dedicado a la patrona de todo el Valle de Valtenesi. Se dice que fue construido por pescadores locales en agradecimiento por salvarlos durante una tormenta. Finalmente, las ruinas del castillo y el edificio Monte della Pieta, una vez llamado Palazzo Comunale, merecen una visita.
En la ciudad de Portese, la iglesia parroquial de San Giovanni Battista, construida en el siglo XVI, la iglesia de San Fermo del siglo XV y el castillo medieval merecen una atención. Y en Cisano, vale la pena visitar la iglesia dedicada a Juan Bautista y el Palazzo Cominelli, erigido en el siglo XVII.