Descripción de la atracción
En el noreste de España, cerca de la frontera francesa, hay una zona de asombrosa belleza: el Pirineo Aragonés. Pintorescas montañas altas, ríos limpios y bosques verdes conviven aquí con extraordinarios pueblos acogedores llenos del mágico sabor local español. Uno de los lugares más bellos del Pirineo Aragonés es el pequeño pueblo de Agüero.
El poblado de Agüero está ubicado sobre un cerro, al pie de un inusual macizo rocoso de extraña forma, que se debe a las condiciones naturales de esta zona, frecuentes vientos y lluvias. Las rocas de arenisca gris tienen un tinte rojizo especial debido al contenido de metal en la roca. Al acercarse a Agüero, se abre una vista impresionante del pueblo y este extraordinario acantilado de piedra. Desde lo alto del acantilado, hay magníficas vistas del paisaje circundante.
El pueblo de Agüero en sí es antiguo y muy acogedor. Las calles estrechas serpentean entre viejos edificios de piedra con techos de tejas rojizas, el ambiente tranquilo invita a relajarse y el aire limpio de la montaña es embriagador.
El principal atractivo de la ciudad es la antigua iglesia dedicada a Santiago. La iglesia fue construida en el siglo XII en estilo románico. A pesar de que la iglesia fue restaurada varias veces, muchos elementos del edificio han conservado su aspecto original. La fachada de la iglesia está decorada con frisos escultóricos decorativos sobre temas bíblicos. El portal principal también está decorado con composiciones escultóricas sobre el tema del culto a los magos y la danza de Salomé. Desafortunadamente, se desconoce el autor de estas esculturas.
